El ministro de la Corte de Justicia inició una acción civil por $60 millones contra el dirigente liberal Sergio Vallejos, quien lo acusó de perseguirlo políticamente. El empresario dijo que la demanda es “una actitud amenazante” pero aseguró “no tener miedo”.
El conflicto entre el ministro de la Corte de Justicia, Marcelo Lima, y el dirigente liberal Sergio Vallejos sumó este jueves un nuevo capítulo con la presentación de una demanda civil por daños y perjuicios. La acción judicial, que ingresó en el Tercer Juzgado Civil, reclama una reparación económica de $60 millones por declaraciones realizadas por Vallejos durante los pedidos de juicio político impulsados en 2024 contra el cortista.
Según expuso Lima en su presentación, las afirmaciones del empresario afectaron su “buen nombre y honor”, citando que se habrían difundido hechos falsos y que las reiteradas declaraciones públicas generaron un perjuicio institucional.
Consultado por Tiempo de San Juan, Vallejos aseguró sentirse “sorprendido” y volvió a denunciar lo que considera una presión institucional:
“Me tomó de sorpresa y demuestra cómo actúa el poder del Estado. No me intimida, pero es una actitud amenazante”.
En esa línea, sostuvo que la demanda de Lima expresa un mensaje político dirigido a la sociedad:
“Es una manera de decirle a los ciudadanos ‘con nosotros no se metan’. Demuestra la fuerza de su investidura actuando sobre un ciudadano común”.
Vallejos también recordó que ya había enfrentado causas judiciales en pandemia y afirmó:
“Sentí el peso del Estado sobre el individuo. Y ahora nuevamente me toca defenderme”.
El empresario objetó el monto reclamado:
“Quizás eso es lo que cuestan dos o tres caballos de los que tiene Lima en sus aras. Que alguien que se hizo multimillonario al amparo del Estado me venga a reclamar plata… por lo menos me causa gracia, aunque es triste”.
Para Lima, el reclamo busca reparar un daño concreto; para Vallejos, representa una forma de amedrentamiento. En este contexto, el dirigente dijo que evaluará con su equipo legal los pasos a seguir, pero adelantó:
“Haré lo que corresponde, que es contestar la demanda. No me voy a dejar intimidar”.
La disputa, que comenzó como un cruce político en 2024, ahora avanza hacia una instancia judicial que promete sostener la tensión entre ambos sectores.

