junio 20, 2025

El presidente de la Nación encabezó la ceremonia oficial por el Día de la Bandera en Palermo, lejos del Monumento en Rosario, donde estuvo la vicepresidenta Victoria Villarruel. La frase “no me invitaron” y su declaración ante la prensa local acentuaron la interna. Mientras tanto, Milei reivindicó a las Fuerzas Armadas y criticó a la clase política por décadas de abandono.

Milei encabezó el acto por el Día de la Bandera en Palermo y Villarruel le envió un mensaje desde Rosario

En un nuevo gesto político que marca diferencias internas y estratégicas, el presidente Javier Milei optó por no asistir al acto tradicional del Día de la Bandera en Rosario y, en cambio, lideró una ceremonia en el Campo Argentino de Polo, en el barrio porteño de Palermo, acompañado por la totalidad del gabinete nacional.

El evento conmemoró el 205° aniversario del fallecimiento de Manuel Belgrano, creador de la enseña patria. La decisión de Milei de ausentarse del Monumento a la Bandera, donde habitualmente se realiza el acto central, marcó un quiebre con una tradición institucional que se remonta a décadas.

Durante su discurso, el presidente criticó a la clase política por haber “utilizado a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio”:

“Durante años la política utilizó a las Fuerzas Armadas para justificar la reducción del gasto en defensa, bajo el argumento de que los uniformados eran los malos y culpables de la decadencia nacional”, afirmó.

Milei también destacó el rol de las familias de los soldados y elogió la decisión de quienes se unen a las fuerzas:

“La reconstrucción del país tiene como pilar a nuestras fuerzas y a las familias de las que se nutren”, sostuvo.
“Quiero agradecerles por su valiente decisión de unirse. Honren su compromiso a diario, porque ponen en riesgo sus vidas por todos los argentinos”, concluyó.

Mientras tanto, en Rosario, la celebración oficial tuvo lugar en el Monumento a la Bandera, encabezada por el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y el intendente Pablo Javkin. Quien sí estuvo presente fue la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien no tomó la palabra durante el acto, pero sí dejó declaraciones significativas a la prensa local.

“No me invitaron”, expresó Villarruel al ser consultada por la decisión presidencial. Y agregó una frase que rápidamente fue interpretada como una señal de tensión dentro del Ejecutivo:
“No hay otro lugar en Argentina para estar más que acá”.

Las declaraciones reflejan una nueva fisura en la relación entre el Presidente y su vice, en medio de un contexto en el que cada aparición pública es leída en clave política.

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