La administración de Javier Milei autorizó la cesión de un inmueble del Estado Nacional a la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo (UNMA), una decisión que generó sorpresa por la contradicción con el discurso oficial.
La medida fue publicada en el Boletín Oficial, mediante la Resolución 67/2025 de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). Según el documento, el inmueble ubicado en Tinogasta 5268/70, en el barrio porteño de Villa Devoto, cuenta con una superficie de más de 761 metros cuadrados y pertenece al patrimonio del Estado Nacional.
Lo llamativo es que la resolución fue firmada por Nicolás Alberto Pakgojz, titular de la AABE designado por el actual Gobierno, en el marco de una política de “racionalización y mejor aprovechamiento del espacio físico estatal”. En otras palabras, el Ejecutivo decidió otorgar un espacio público a una institución históricamente vinculada con sectores que el propio oficialismo ha criticado duramente.
La Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, por su parte, había solicitado el uso del inmueble para almacenamiento y resguardo de mobiliario institucional, además de concentrar allí tareas de mantenimiento y patrimonio. El Ministerio de Capital Humano fue notificado y, según consta en el expediente, “no formuló observaciones” al respecto.
El traspaso se realizó tras verificarse que la planta baja del edificio se encontraba “desocupada y en condiciones de uso”, mientras que los pisos superiores siguen en proceso de desalojo y mantenimiento. La AABE indicó que la entrega se registró en el Registro Nacional de Bienes Inmuebles del Estado, con intervención del área jurídica permanente.
La ironía no pasó desapercibida: el Gobierno que prometió achicar el Estado y revisar el uso de los bienes públicos terminó cediendo uno de ellos a una universidad que lleva el nombre y la impronta de uno de los movimientos sociales más emblemáticos del país.



