En una charla íntima del ciclo Toma Dos, la abogada cannábica Rocío Paz analizó el laberinto legal que rodea al cannabis en Argentina, su potencial como industria y el tabú que todavía frena a San Juan.
Durante la entrevista, Rocío Paz —referente de la Red Federal de Abogacía Cannábica— desmenuzó la complejidad normativa que atraviesa al cannabis. “La legislación argentina es esquizofrénica. Hay leyes que se superponen, decretos que anulan lo anterior y tratados internacionales que chocan entre sí. En ese contexto, el cannabis quedó atrapado entre la fiscalización penal y los derechos humanos básicos como la salud y el trabajo”, explicó.
La abogada recordó que el cambio más importante llegó en 2020, cuando la OMS reclasificó al cannabis: dejó de ser considerado una droga peligrosa y pasó a ser una sustancia fiscalizada. “Recién ahí se empezó a desarmar el discurso prohibicionista que venía desde los años 30, cuando el sistema farmacéutico y el narcotráfico se confundían en una misma lógica de control”, afirmó.
Paz fue tajante al cuestionar el paradigma actual: “Las drogas existen desde siempre. El alcohol, el tabaco o el clonazepam son sustancias que alteran el sistema nervioso, pero son legales. El problema no es la sustancia, sino la falta de educación y de políticas de reducción de daños. En Europa, el Estado instala puestos en fiestas electrónicas para evitar muertes. Acá seguimos mirando para otro lado”.
Sobre el potencial económico del cannabis, la abogada no dudó: “En San Juan hay al menos siete grow shops y un público enorme que consume o cultiva. El negocio ya existe, pero lo estamos dejando pasar. Mendoza tiene ley, decreto reglamentario y empresas privadas con licencias. Nosotros seguimos discutiendo si es bueno o malo, mientras se nos escapan inversiones millonarias”, advirtió.
Además, Paz subrayó que San Juan reúne condiciones únicas para la producción: “Tenemos 300 días de sol al año, igual que California o Irán. Podríamos ser una potencia en semillas y derivados, pero falta decisión política. No es un tema ideológico, es ignorancia y falta de agenda. Mientras tanto, seguimos siendo el patio trasero de Mendoza”.
Por último, la especialista hizo un llamado a mirar más allá del prejuicio: “El cannabis no es solo medicina, también es industria, alimentación, trabajo y soberanía. Lo que falta es seguridad jurídica y una mirada moderna del Estado. Cuando eso pase, San Juan va a dejar de perder plata… y oportunidades”.
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