
El episodio provocó una evacuación masiva del hospital y un operativo especial de seguridad.
La Fiscalía confirmó que Rosario Cortéz, bioquímica residente del Hospital Guillermo Rawson, será formalmente imputada por haber realizado una amenaza de bomba que desencadenó una evacuación completa del centro de salud y la intervención de fuerzas de seguridad. El fiscal Ignacio Achem, de la UFI Genérica, solicitó audiencia para concretar la acusación penal.
El hecho ocurrió el pasado 3 de junio, cuando una llamada telefónica al 911 —de solo ocho segundos— alertó sobre la posible presencia de un artefacto explosivo en el hospital. La comunicación activó el protocolo de emergencia, lo que obligó a evacuar a decenas de pacientes, personal médico y administrativo, y motivó la intervención de Bomberos, Policía y grupos especiales.
Gracias a una investigación exprés basada en geolocalización y cruce de datos, las autoridades determinaron que el llamado se originó desde el interior del hospital. Rosario Cortéz fue demorada ese mismo día al ser vinculada con el número desde el cual se efectuó la amenaza. Si bien fue liberada horas después, su teléfono fue enviado a peritaje y también se ordenó revisar las cámaras de seguridad del lugar.
Según el Ministerio Público Fiscal, las pruebas reunidas hasta el momento son suficientes para avanzar con la imputación por el delito de intimidación pública. De comprobarse su responsabilidad, Cortéz podría enfrentar una pena de entre dos y seis años de prisión efectiva. La causa continúa en etapa investigativa, a la espera de la fecha de audiencia.