junio 23, 2025

El Parlamento iraní pidió bloquear el paso estratégico por donde circula el 20% del petróleo mundial. La medida aún debe ser aprobada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional.

La crisis en Medio Oriente entró en una fase crítica. Este domingo, el Parlamento iraní solicitó el cierre del estrecho de Ormuz, el paso marítimo por donde transita cerca del 20% del petróleo y gas del planeta. La decisión aún no está confirmada: deberá ser aprobada por el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de la República Islámica. Pero el solo anuncio encendió las alarmas del mundo.

El general Esmaeil Kowsari, integrante del Comité de Seguridad del Parlamento iraní, declaró a la televisión estatal Press TV que “el Parlamento ha alcanzado un consenso” para cerrar Ormuz, aunque no quedó claro si fue una decisión plena del cuerpo legislativo o solo de ese comité. Lo cierto es que el Consejo, integrado por el presidente Masud Pezeshkian, ministros clave, representantes del líder supremo y altos mandos de seguridad, tendrá la última palabra.

El estrecho de Ormuz, ubicado entre las costas de Irán y Omán, conecta el Golfo Pérsico con el de Omán. Por su angosta franja de 54 kilómetros de ancho cruzan diariamente unos 13 buques cisterna que transportan más de 15 millones de barriles de crudo. Su cierre implicaría un shock económico global y una seria interrupción del suministro energético.

Esta advertencia llega luego de una escalada bélica sin precedentes. En la madrugada del domingo, Estados Unidos bombardeó tres instalaciones nucleares iraníes en Fordó, Natanz e Isfahán. El presidente Donald Trump confirmó la ofensiva y aseguró que las instalaciones fueron “completamente destruidas”. La acción, calificada por la Casa Blanca como “una operación espectacular”, abrió la posibilidad de represalias masivas.

El Departamento de Estado norteamericano ya lanzó una alerta global de seguridad, pidiendo a sus ciudadanos evitar viajes innecesarios y extremar precauciones en regiones en conflicto. Mientras tanto, el conflicto entre Israel e Irán, iniciado el 13 de junio, se sigue intensificando.

Este domingo, Israel lanzó nuevos ataques sobre dos objetivos militares en Bushehr (provincia que alberga la única central nuclear iraní) y una planta eléctrica en Yazd. También se registraron impactos en Isfahán, donde se activaron sistemas de defensa aérea.

Según fuentes locales, los ataques israelíes desde el inicio del conflicto provocaron la muerte de 430 personas y dejaron más de 3.500 heridos, en su mayoría civiles. En contraste, Israel informó 24 víctimas fatales por represalias iraníes. Hospitales, zonas residenciales e incluso instalaciones nucleares fueron blancos de los bombardeos.

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