junio 12, 2025

Multitudes colmaron la Plaza de San Pedro para presenciar la ceremonia que dio inicio al histórico pontificado del primer papa estadounidense. La unidad, la justicia y el compromiso social fueron ejes centrales de su mensaje inaugural.

Con una ceremonia colmada de simbolismo y fervor religioso, León XIV fue investido oficialmente como el nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica este domingo 18 de mayo en la Plaza de San Pedro. Ante más de 200 mil fieles y representantes de 200 delegaciones internacionales, el papa nacido en Estados Unidos y naturalizado peruano recibió el Anillo del Pescador y el palio, marcando el comienzo de una etapa que promete continuidad en el compromiso social de su antecesor, el fallecido papa Francisco.

Durante su primera homilía, León XIV hizo un firme llamado a la unidad de la Iglesia y a un renovado compromiso con los más vulnerables. “Quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”, expresó. Su mensaje también denunció la exclusión social y la desigualdad económica, abogando por una paz “justa y duradera”, con mención especial a la situación en Ucrania y Gaza.

El nuevo pontífice también sorprendió por su elección simbólica de vestir la capa roja papal en su recepción oficial, un gesto celebrado por sectores conservadores. A los 69 años, León XIV asume el desafío de conducir una Iglesia global en tiempos complejos. Elegido sin haber figurado como favorito en los pronósticos, reconoció con humildad: “Fui elegido sin mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y su alegría”.

Entre las personalidades presentes destacaron JD Vance, vicepresidente de Estados Unidos; el presidente ucraniano Volodimir Zelensky; y mandatarios de América Latina. La ceremonia también incluyó representantes de 36 iglesias cristianas y otras religiones, en un gesto de apertura interreligiosa.

Al cierre, el papa recorrió la plaza en el papamóvil, bendijo a los presentes y oró por el fin de las guerras, dejando claro que su pontificado comienza con un mensaje claro: el camino es la paz.